Seguro que en muchas ocasiones has visto a tus hijos jugar a ser papás y mamás, a cuidar del bebé, ir a comprar al supermercado, preparar la comida, jugar a médicos… Se trata del juego simbólico, están imitando las conductas de los adultos y esto tiene muchos beneficios para su desarrollo, tanto físico como emocional.