Si has decidido no llevar a tu hijo a la guardería seguramente habrás tenido que escuchar una o varias de estas frases:
- “En la guardería aprenden mucho más”
- “Los niños que van a la guardería son mucho más espabilados”
- “En la guardería se socializan”
- “Luego cogerá todas las enfermedades de golpe”
Pues desde mi experiencia personal y para tranquilizar a los papás que se estén planteando no llevar a su hijo a la guardería, decirles que NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA.
“En la guardería se socializan”.
La socialización de un bebé comienza en el mismo momento que nace. En los primeros meses de vida la interacción será fundamentalmente con sus padres y hermanos a través de las caricias, sonrisas, cogiéndole en brazos y los juegos. El bebé comienza a interaccionar haciendo gestos, muescas y mediante su sonrisa.
Todas las actividades que realiza a lo largo del día un niño que no va a la guardería son momentos perfectos para socializarse: comprar el pan, hablar con el vecino, jugar en el parque, coger el autobús, etc. Son actividades cotidianas en las que el pequeño mantiene una interacción muy natural con los demás a través de acciones habituales en nuestro día a día. Y lo mejor de todo es, que lo hará acompañado de sus papás.
“En la guardería aprenden mucho más”.
No es cierto. En casa el niño puede tener una estimulación tan rica o incluso más que en la guardería. Si dedicamos tiempo a jugar con ellos de forma educativa, a través de canciones y fomentamos su creatividad y curiosidad no habrá mucha diferencia con lo que puedan aprender los niños que van a la guardería.
Bien cierto es el dicho de que “los niños son como esponjas” y es que su capacidad para asimilar conocimientos en esta edad tan temprana es asombrosa. Aunque no vaya a la guardería el niño aprenderá día a día de todo lo que le rodea: el color verde de los árboles, el sonido de las campanas, las formas, los números de los portales, etc.
“Luego cogerá todas las enfermedades de golpe”.
Un niño que no va a la guardería coge muchas menos enfermedades que uno que sí va. Pero eso no quiere decir que el niño que no va a la guardería no se esté inmunizando. Lo hará igualmente pero de una forma mucho más paulatina y natural haciendo frente a los virus que se puedan presentar por contagio, en el parque, en su interacción con otros niños, en el ambiente, etc.
Según se va haciendo más mayor, su cuerpo continúa inmunizándose a la vez que sus órganos van madurando. Es por esto que su organismo, al estar más maduro y desarrollado que cuando es un bebé, tendrá más capacidad para hacer frente a las enfermedades y virus que se presenten.
Pero el hecho de no ir a la guardería tampoco va a evitar que cojan enfermedades. Las cogerán, pero los efectos de una gastroenteritis o una bronquiolitis no son los mismos en un bebé de 5 meses, 1 año o 3 años. Cuanto más tarde se presente la enfermedad, más desarrollado estará su cuerpo para hacer frente a ella y las consecuencias o efectos serán menores.
Resumiendo…
Así que papás y mamás que decidáis no llevar a vuestros hijos a la guardería, podéis estar tranquilos: no van a dejar de aprender y hacer las cosas que hacen los niños que van a la guardería ni van a coger todas las enfermedades del mundo mundial cuando vayan luego al colegio.
Lo que sí podréis afirmar los padres de niños que no hayan ido a la guarde es la inmensa fortuna de haber podido disfrutar cada momento de vuestros hijos y no haberos perdido ni un solo instante de sus primeros años de vida. Y los pequeños, por su parte, habrán disfrutado de un tiempo muy, muy enriquecedor, el que han pasado junto a sus padres.
Por desgracia somos conscientes de que cada vez es menos frecuente que los niños no vayan a la guardería ya que las obligaciones laborales no lo permiten y aún estamos a años luz de una Conciliación real en España.
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