Las Navidades son unas fechas mágicas para los niños. Hay muchos acontecimientos que les permiten vivir esta época del año con especial fascinación. El alumbrado de las calles, la decoración navideña en las casas, las reuniones familiares y como no, la llegada de Papá Noel, los Reyes Magos y los regalos de Navidad.
Y es que la magia de estas fechas nos inunda a grandes y pequeños. Ver la cara de ilusión, inocencia y felicidad de nuestros hijos es algo que todos los padres nos gustaría mantener para siempre y, es por ello que la mayoría de los padres nos esforzamos para intentar que esa ilusión les dure el mayor tiempo posible.
Pero ¿ qué ocurre cuando nuestros hijos se van haciendo mayores? Llega un momento en que se empiezan a hacer preguntas, hay cosas que no les encajan o en el colegio alguien les ha dicho que Papá Noel y los Reyes Magos no existen.
Es posible que nuestros hijos nos pregunten o nos hagan llegar sus dudas y en muchas ocasiones no sabemos cómo reaccionar, ¿les contamos la verdad o seguimos manteniendo la ilusión?
Qué responder cuándo tu hijo te pregunta: ¿Papá Noel y los Reyes Magos existen?
Para responder a esta pregunta no hay una única respuesta, así como tampoco hay respuestas correctas o incorrectas.
Cada padre debemos actuar en función de lo que consideremos que es mejor para nuestros hijos.
Alrededor de los 7 años aproximadamente, los niños comienzan a cuestionarse algunas dudas que les surgen sobre esta arraigada tradición. Algunas de sus preguntas pueden ser:
- ¿Por qué hay niños que reciben regalos y otros que no?
- ¿Cómo pueden Papá Noel y los Reyes Magos repartir todos los regalos en una sola noche?
- ¿Cómo hacen Papá Noel y los Reyes Magos para entrar en casa de cada niño?
- ¿Si a Papá Noel y a los Reyes Magos no les cuestan dinero los regalos puedo pedir lo que yo quiera?
Seguro que tu hijo te ha planteado alguna de estas preguntas para lograr encontrar una respuesta lógica que por sí mismos aún son pequeños para descubrir. Son sus primeros acercamientos para tratar de comprender algo que se escapa a su entendimiento.
¿Y qué les respondemos?
Pues aquí depende de los padres. Los hay partidarios de mantener esta ilusión en sus pequeños todo el tiempo que sea posible y por otro lado están los que prefieren decirles la verdad ya que son partidarios de no engañar a los niños.
La opinión de los expertos es que ante una pregunta de tu hijo sobre si Papá Noel o los Reyes Magos existen, la mejor opción es responder con una pregunta abierta y directa en la que podamos conocer si simplemente es una duda o si ya tiene cierta certeza.
Algunas de las preguntas que le podemos hacer son: ¿Tú qué opinas? ¿Crees que existen? ¿Cómo crees que llegan a todas las casas?
Con estas preguntas, estamos dando opción al niño para que ponga en marcha su pensamiento lógico y creativo.
Si las respuestas de tu hijo son fantasiosas, mágicas y llenas de ilusión esto te está dando la pista de que aún no está preparado para revelarle la verdad. Si por el contrario, sus dudas son cada vez más lógicas, racionales y bien fundamentadas quizá sea el momento de abarcar la cuestión ya que, de lo contrario, podemos caer en un bucle de mentiras que le lleven a dejar de confiar en nosotros.
Por otro lado, hay niños que sabiendo la verdad, prefieren mantener la magia y continuar con la ilusión. Aquí debemos indagar si esto se debe a que tienen temor a dejar de recibir regalos o para no desilusionar a sus propios padres. En este punto y si el niño está preparado, quizá es buen momento de ser honestos con él.
Un recurso muy extendido a la hora de contar la verdad a los niños sobre la existencia de Papá Noel y los Reyes Magos es escribirles una carta en la que podemos explicarles la verdad, adornando todo con un poquito de magia, ilusión e inocencia para que la Navidad no pierda el encanto que siempre ha tenido y que debería seguir teniendo para ellos.
El hecho de conocer la verdad no quiere decir que en la familia se deba dejar de mantener esta tradición. Al contrario, les podemos hacer partícipes de la preparación de todo lo que conllevan estos días tan especiales: escribir su carta, entregarla, envolver regalos, guardar el secreto, etc. Si tienen hermanos pequeños es fundamental que puedan convertirse en nuestros ayudantes y aliados sin desvelar el misterio a los que aún no lo conocen. Debemos trasladárselo como una misión importante y seguro que estarán encantados de contribuir a mantener la magia.
Su papel ahora será diferente pero seguro que lo disfrutará con la misma ilusión.
¿Y si alguien le cuenta que Papá Noel y los Reyes Magos no existen?
Esto es algo para lo que debemos estar preparados ya que puede ocurrir en cualquier momento.
Nuestros hijos se relacionan con otros niños que puede que ya sepan la verdad y se lo cuenten. En el patio del colegio, los amigos con los que juega en el parque, algún vecino, conocido o familiar, etc. Las posibilidades de que se puedan enterar por otros niños son muy elevadas.
En este caso lo mejor es preguntar por lo que él cree.
Puede ser que con toda la información que tiene vaya uniendo pistas que le lleven a descubrir la verdad. Si es así, será muy reconfortante para el niño hablarlo con franqueza con los padres para que pueda ir asimilando todo con naturalidad.
Pero si aún es pequeño, tiene algunas pistas pero él está convencido de que Papá Noel y los Reyes Magos existen entonces podremos mantener la ilusión y la magia un tiempo más. Lo ideal es tratar de responder sus preguntas y dudas de forma convincente para no levantar más sus sospechas.
Si ya saben la verdad acerca de la Navidad, debemos hacerles comprender que hay otros niños, hermanos más pequeños, familiares o amigos que aún no lo saben y deben mantenerlo en secreto hasta que llegue el momento. Podemos otorgarles el importante papel de mantener la Magia de la Navidad.
La verdadera importancia de la Navidad
Y cuando nuestros hijos van siendo más mayores y podemos razonar con ellos, es importante que podamos transmitirles la verdadera magia de la Navidad. Independientemente de nuestras creencias religiosas, es un buen momento del año para destacar el valor de la familia y de compartir tiempo juntos.
La importancia de pasar tiempo en familia, de compartir, de jugar, de hacer actividades que habitualmente no realizamos…es algo por lo que deberíamos empezar en Navidad y extenderlo a lo largo de todo el año.
Recuérdales que la Navidad no son solo juguetes.
El mejor regalo para tus hijos eres tú y el tiempo que pasan contigo.
