Desde los primeros meses de vida, el chupete juega un papel fundamental en el desarrollo del bebé. Le va a permitir calmar el reflejo de succión, un reflejo innato que permite al bebé alimentarse, confortarse y calmarse.Pero una vez que desaparece el reflejo de succión, cómo quitar el chupete a un bebé. En ocasiones no es tarea sencilla.
El reflejo de succión
El reflejo de succión comienza cuando el bebé se encuentra en el útero y se mantiene aproximadamente hasta el primer año. Es un reflejo vital para la supervivencia del bebé ya que es el que le va a permitir amamantarse y alimentarse.
Este reflejo también se activa cuando los labios del bebé entran en contacto con el biberón, chupete e incluso un dedo. Es un reflejo involuntario y no quiere decir que el bebé siempre tenga hambre y en este sentido el chupete juega el papel de calmar esa necesidad de succionar constantemente.
El chupete
Si tienes claro que quieres ofrecer chupete al bebé, los expertos recomiendan hacerlo a partir del primer mes de vida, momento en el que consideran que la lactancia materna ya está instaurada y para garantizar que el chupete no va a producir interferencias con la misma.
No obstante, ya existen en el mercado chupetes desarrollados y probados por médicos y especialistas en neurologopedia que fomentan el reflejo de succión saludable y no interfieren con la lactancia materna, por lo tanto se le pueden ofrecer al bebé desde recién nacido.
Cómo quitar el chupete
Pero el uso del chupete puede mantenerse a lo largo del tiempo y puede convertirse en un hábito que posteriormente puede ser difícil de retirar.
Se recomienda quitar el chupete en torno a los dos años y no prolongar su suo más allá de los tres años.
Pero, ¿cómo quitar el chupete? Cuando es un hábito que está muy instaurado puede resultar complicado. Lo fundamental es armarse de valor y paciencia y respetar los tiempos del niño. Puedes probar estas pautas para ir poco a poco:
1. Es importante elegir el momento en el que quitar el chupete al bebé. Debe ser una época en la que podamos ayudarle y dispongamos de tiempo para prestarle nuestra atención y que sepa que cuenta con nuestro apoyo en caso de que le resulte complicado.
2. Podemos recurrir a cuentos o historias en los que el personaje principal deja su chupete. Con ellos el pequeño se puede sentir identificado e ir relacionando la hitoria con el hecho de dejar su propio chupete.
3. Ir poco a poco retirándolo, por ejemplo durante la noche para dormir, y observar las reacciones del pequeño. En función de cómo lo tolere, podemos ir quitándolo también durante el día prolongando poco a poco los tiempos en los que esté sin el chupete.
4. Entregarlo a los Reyes Magos o a algún personaje de su agrado para que se lo lleve al «país de los chupes» y hacerle entender que él ya no lo necesita.
Habrá casos en los que la retirada del chupete puede resultar sencilla y el bebé lo deja sin apenas dificultad pero habrá otros casos en los que costará más, puede ser que lo pida insistentemente.
Lo fundamental en estos casos es no enfadarse con él, no gritarle ni compararle con otros niños. La mejor técnica es la paciencia, el tiempo y el cariño con el que le expliquemos que ha llegado el momento de dejar el chupete.
La firmeza es también necesaria, ya que una vez que hemos decidido que vamos a retirar el chupete, no podemos ceder ante las crisis; es mejor buscar sustitutos adecuados que poco a poco le hagan olvidarse del chupete antes que volver a ofrecérselo.
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