Los bebés recién nacidos nos dan la sensación de ser tan frágiles que es muy común que nos pueda dar respeto cogerlo en brazos o no sepamos bien cómo hacerlo. El saber cómo coger a un bebé correctamente no es complicado pero sí debemos seguir unas indicaciones y hacerlo con delicadeza.
Si el coger a tu bebé es algo que al principio te puede dar un poco de reparo por ser una persona tan pequeñita que pienses que puedes hacerle daño, cuando experimentes el auténtico placer de tenerlo acunado en tus brazos, no querrás dejar de hacerlo.
Cómo coger a un bebé
Para saber cómo coger a un bebé recién nacido uno de los aspectos fundamentales que debes tener en cuenta es que los músculos de su cuello no están ejercitados ni fortalecidos. Es por ello que la musculatura que da soporte para sujetar su cabeza no está desarrollada y si no la sujetamos bien, se vencerá hacia atrás ya que el bebé por sí mismo no es capaz de sujetarla. Siempre que vayamos a coger a un bebé debemos tener muy en cuenta que su cabeza siempre debe tener un punto de apoyo en nuestro cuerpo (bien sea en nuestros brazos, manos, hombros. etc.).
La cabeza del bebé nunca debe permanecer sin sujeción.
Estos pequeños consejos te ayudarán a la hora de coger a un bebé de forma correcta:
- Como acabamos de comentar, el bebé recién nacido no tiene control sobre la musculatura que sujeta su cabeza, por lo tanto no debes cogerlo por las axilas ya que su cabeza se vencerá hacia atrás o hacia los lados.
- Lo ideal es pasar nuestro brazo por debajo de la espalda del bebé, haciendo que su cabeza quede apoyada en nuestro antebrazo. Podemos ayudarnos para sujetarlo con la otra mano. Es conveniente acercarlo a nuestro cuerpo lo antes posible para que el bebé se sienta protegido y seguro.
- Si tienes al bebé cogido y lo quieres dejar en la cuna, por ejemplo. Deberás llevarlo pegado a tu cuerpo, acercarte lo máximo posible a la cuna y dejarlo suavemente apoyando primero su culete y cuerpo sobre el colchón retirando tu brazo de su espalda y finalmente su cabeza. No retiraremos la mano de su cabeza hasta que esté completamente tumbado.
- Los movimientos para coger al bebé deben ser suaves y delicados pero seguros. El bebé en todo momento debe sentirse protegido y tranquilo cuando lo tomamos en brazos.
- Si aún así, no te sientes cómodo cogiendo al bebé, puedes ayudarte de la técnica swaddling que consiste en envolver al bebé en una muselina de forma que recordamos las sensaciones que vivió mientras estuvo en el útero materno. Una vez así envuelto será más fácil que lo tomes en brazos.
- Es importante que antes de coger a un bebé cuidemos nuestra higiene y la de las personas que vayan a estar en contacto con él. Es recomendable que no lo cojas con las manos frías, sucias o si eres fumador evita darle besos en la boca al bebé. No lo hagas tú como su padre o madre pero tampoco permitas que lo hagan otros.
- Una vez que lo tengas cogido en brazos, puedes colocarte en la postura que más cómoda te resulte o la que sea más relajante para el bebé, siempre recordando mantener un punto de apoyo en su cabeza.
- Debes evitar los movimientos bruscos al cambiarlo de una posición a otra y bajo ningún concepto debes ZARANDEAR al bebé ya que puedes provocar lo que se conoce como el Síndrome del bebé sacudido o zarandeado que es provocado cuando se sacude a un bebé con violencia. Las sacudidas provocan que el frágil cerebro del bebé salte hacia adelante y atrás dentro del cráneo y puede sufrir contusiones, hinchazón, hemorragias que le pueden provocar daños cerebrales graves permanentes e incluso la muerte.
Cómo agarrar a un bebé recién nacido
Hay tres posturas por excelencia que son las que más se suelen utilizar a la hora de explicar cómo coger a un bebé:
- Apoyando la cabeza del bebé en el boblez interno del codo de manera que su espalda la tenemos apoyada en nuestro antebrazo y con nuestra mano sujetamos su culete. El otro brazo lo podéis pasar por encima del bebé para reforzar vuestra seguridad a la hora de sostenerlo. Será cuestión de tiempo y práctica pero ya verás como poco a poco eres capaz de mantener a tu bebé con un solo brazo mientras que con el otro realizas otras tareas.
- Otra forma de colocar al bebé que suele ser muy utilizada a la hora de dormirlo o de ayudarle para que expulse los gases es poner al bebé boca abajo, poniendo su abdomen en vuestro antebrazo y vuestra mano colocada entre sus dos piernas. La cabeza del bebé descansará en la parte interna del vuestro codo pero mirando hacia afuera.
- La tercera y última de las posturas que os vamos a explicar sobre cómo coger a un bebé es mantenerlo en posición vertical. Esta postura se suele utilizar mucho después de las tomas para favorecer que el bebé eructe. Colocamos el antebrazo y la mano a modo de asiento para el bebé y en él apoyamos su culito. Pegamos al bebé a nuestro regazo con su cabeza a la altura de nuestro hombro y mirando hacia afuera. Pasamos el otro brazo por su espalda y sujetamos con la mano su cabecita. Podemos aprovechar para hacer pequeños masajes circulares por su espalda y favorecer así la expulsión de los gases tras las tomas o simplemente para relajarlo y tranquilizarlo. El bebé en esta posición quedará con sus brazos y piernas abrazando nuestro cuerpo.
Con estas pequeñas pautas, ya puedes disfrutar de los maravillosos momentos de apego con tu bebé. Poco a poco os iréis conociendo mejor y también irás descubriendo cuáles son sus posturas favoritas para que lo cojas en brazos y aquellas que no le gustan nada.
Es un excelente momento para que te relajes junto a tu bebé, disfrutes de su paz, le aportes serenidad y seguridad y podáis practicar el piel con piel unidos. No hay vínculo más bonito que el que se crea con un hijo, ¡disfrútalo!
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