El momento del primer baño de un recién nacido quizá sea uno de los más temidos por todos los padres. Los miedos más comunes son: el bebé es pequeñito ¿podré cogerlo bien?, ¿y si se resbala? No te preocupes, son dudas habituales que todos los padres hemos tenido y que una vez que hayamos bañado al bebé un par de veces se nos irán quitando. No obstante, te dejamos unas indicaciones sobre cómo bañar a un bebé recién nacido para que todo te resulte mucho más fácil.
El baño antes de la caída del cordón umbilical
El cordón umbilical del bebé permanecerá unos días después del nacimiento y se irá secando poco a poco hasta que se caiga por sí solo.
En la actualidad los profesionales recomiendan no realizar cuidados especiales en el cordón umbilical: no hay que curarlo. Basta con mantenerlo bien limpio y seco para que no se infecte y se vaya secando y cayendo cuanto antes.
En esta etapa, y mientras el bebé tenga el cordón umbilical, el baño del bebé será un poquito diferente a como lo haremos después.
La recomendación más habitual es que hagamos baños de esponja. Colocaremos un poquito de agua en la bañera de forma que no cubramos totalmente el cuerpo del bebé y con una esponjita pasaremos suavemente por todo el cuerpo. O colocando al bebé sobre el cambiador lo bañaremos en seco con la esponja humedecida.
No hay problema por hacer un baño completo en el que todo el cuerpo del bebé se sumerja en el agua pero es recomendable hacerlo durante poco tiempo y asegurarnos posteriormente de que el cordón umbilical queda bien seco.
Cómo bañar a un bebé recién nacido: consejos
El momento del baño del bebé debemos afrontarlo como un momento de calma, que sirva al bebé para relajarse y afianzar los lazos de apego con los padres.
La higiene del bebé recién nacido no es necesario que sea tan habitual como la de los adultos. De hecho para el cuidado de su piel se recomienda que con unas dos veces por semana es suficiente. Lo que sí es importante es mantener bien limpita y seca la zona del pañal que lo haremos con una esponja con jabón neutro cada vez que hagamos el cambio de pañal.
Para el baño del bebé es importante tener en cuenta:
- La temperatura del agua debe estar entre 35 y 37 grados centígrados. Antaño la forma más habitual de medir la temperatura del agua para el baño del bebé era introduciendo el codo en el agua para saber si la temperatura es adecuada o no. A falta de termómetro de baño es un remedio que te puede resultar útil pero te recomendamos que te hagas con un termómetro de baño, es un producto muy económico y que te garantizará que la temperatura del agua es la óptima .
- La temperatura de la habitación o del baño donde vayamos a bañar al bebé es tan importante como la temperatura del agua. Ten en cuenta que el bebé estará desnudo y cuando salga del baño mojado por lo tanto debemos evitar un lugar donde haya corrientes de aire. La temperatura de la habitación debe estar entre 22 y 25 grados. En invierno puede ser recomendable hacerse con un calefactor que mantenga la temperatura de la habitación adecuada.
- La bañera del bebé dependerá de las necesidades de cada familia. Es recomendable que en los primeros baños sea una bañera o lugar adecuado al tamaño del bebé: una bañera para bebés, un lavabo amplio en el que el bebé quepa perfectamente y en el que no haya riesgo de que se haga daño incluso un barreño de su tamaño. Lo importante es que además de nuestra sujeción, el bebé pueda tener en la bañera un punto de apoyo y esté recogido. Si no te queda más remedio que hacerlo en la bañera de adultos, te recomendamos que te hagas con una hamaquita para colocar al bebé y que pueda estar apoyado, de otra forma puede resultar peligroso bañarlo en la bañera de adultos.
- Una vez que comiences el baño de bebé, debes tener al alcance de la mano todo lo que vayas a necesitar, y mucho más si el baño lo realiza una única persona. Ten en cuenta que el bebé debe estar sujeto por un adulto en todo momento con lo cual un brazo lo tendrás ocupado con la sujeción del bebé y con la otra mano debes poder tener acceso a todo lo que necesites: esponja, productos de higiene, capa de baño o toalla, etc. En ningún momento y bajo ningún concepto se debe dejar solo al bebé y no soltarlo ni durante un segundo.
- Los productos para la higiene del bebé también tienen un papel fundamental. La piel del bebé es muy delicada y sensible y es por ello que no debemos utilizar cualquier tipo de jabón ya que puede ser muy perjudicial para su piel. Por este mismo motivo de tener la piel delicada es por lo que no se recomienda bañar al bebé más de dos veces a la semana para evitar dañar la capa de la piel. La esponja que utilicemos es recomendable que sea natural ya que son mucho más suaves. Los productos de higiene (gel, crema, champú) deben ser específicos para bebés ya que están formulados respetando su delicada piel y es adecuado que sean neutros y sin jabón ni perfumes para evitar reacciones alérgicas de la piel.
- Una vez bañado el bebé debemos secarlo muy bien. Para el secado es recomendable utilizar una capa de baño que nos permite envolver totalmente al bebé y taparle la cabecita que deberemos secar también muy bien. La composición de la capa de baño, al estar en contacto directo con la delicada piel del bebé, debe ser de algodón 100% que es totalmente respetuoso con su piel.
- Después del secado es recomendable la aplicación de crema hidratante para el cuerpo. Al igual que hemos comentado anteriormente, lo ideal es que sea específica para bebés, sin perfumes y formulada para cuidar y respetar su piel. Podemos aprovechar también este momento para realizar un pequeño masaje al bebé que segur le reconfortará y lo agradecerá.
- Llega la hora de vestir al bebé y la ropa que elijamos debe ser 100% algodón ya que debido a sus propiedades antialérgicas, cuida y abriga la delicada piel de los más pequeños.
Cómo bañar a un bebé recién nacido: postura
A la hora de saber cómo bañar a un bebé recién nacido, la postura que adoptemos es fundamental para que tanto el bebé como el adulto se sientan cómodos y relajados durante el baño.
- La postura ideal para bañar al bebé es con la nuca del pequeño apoyada en nuestro antebrazo. Con la mano lo sujetaremos por la axila quedando la espalda, nuca y el hombro apoyados en nuestro brazo. Al bebé debemos sujetarlo con firmeza pero a la vez de forma delicada. Debemos evitar que se nos escape o escurra pero tampoco podemos cogerlo tan fuerte que le podamos hacer daño.
- Debemos aprovechar este momento del baño para que el bebé se relaje y poder así establecer un vínculo especial con él. Podemos aprovechar para susurrarle y hablarle con cariño.
Cómo bañar a un bebé recién nacido: qué hago si mi bebé llora
Si te planteas cómo bañar a un bebé recién nacido cuando este llora
- Lo habitual es que el bebé disfrute mucho con el baño y sea un momento de relax y tranquilidad. Pero hay bebés a los que no les gusta nada el contacto con el agua. Si este es el caso de tu bebé, no te alteres ni le transmitas nerviosismo. Báñalo con delicadeza pero sin demorarte demasiado ni alargues un momento que, por cualquier razón no le resulta agradable.
- Poco a poco cuando vaya siendo un poquito mayor puedes introducirle juguetes para el baño que despierten su atención y verás como poco a poco se convierte en un momento de juego y diversión.
Esperamos que estas indicaciones te resulten útiles para saber cómo bañar a un bebé recién nacido. Lo importante es mantener la calma, sujetar bien al bebé y tratar de disfrutar el momento siempre que el pequeño disfrute con él.
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