Muselinas para bebé
Las muselinas para bebé es un tejido fino y transparente elaborado con fibras retorcidas de algodón que destacan por ser una de las prendas más suaves para envolver a los bebés. Su papel es más importante de lo que parece, pues una muselina grande para bebé le proporciona un calor y seguridad similares a la que tiene en el vientre materno. Al ser flexibles, son ideales incluso para los pequeños más agitados o nerviosos.
No obstante, los expertos insisten en que las muselinas para bebé son instrumentos que fomentan el calor y la seguridad, pero nunca deben cohibir al pequeño a la hora de moverse. Aunque una muselina grande para el bebé es ideal, lo cierto es que nunca les debe impedir el correcto movimiento de sus extremidades para no influir negativamente en su desarrollo muscular.
En los meses de más calor pueden utilizarse como sábanas, ya que cuentan con las dimensiones y la suavidad óptimas para ser empleadas como tal. Fomentan la transpiración y ayudan a preservar el buen estado de la piel al evitar la acumulación de sudor y de fibras epiteliales sobre la superficie, y dada su elasticidad son perfectas para jugar, crear formas simpáticas que ayuden al bebé a jugar e interactuar con su primer objeto personal.
Una muselina grande para el bebé también puede ser un gran complemento a la hora de evitar regurgitaciones tras las comidas, evitando que se manche su ropita. Y no conviene descuidar el desarrollo emocional del peque, ya que las muselinas para bebé son uno de los objetos que les permitirá asociar los olores de los padres, sobre todo de la madre, a la reconfortante sensación de seguridad.
Conviene recordar que el uso de una muselina grande para bebé es imprescindible en el caso de que el peque esté expuesto a zonas donde el aire acondicionado esté encendido. Estos dispositivos provocan pulmonías y resfriados de diversa consideración, por lo que es indispensable evitar que los peques se expongan a estos aparatos que pueden acarrearles graves problemas respiratorios.